Teorias sobre la vejez pdf
Download Free PDF. A short summary of this paper. En sentido amplio, designa una forma de pensamiento social. Jodelet,, p. Araya,, p. Es la realidad de la vida cotidiana. Berger y Luckuann, , p Berger y Luckuann, , p. Puedo querer intervenir en un acontecimiento deportivo, pero debo esperar a que se sane mi rodilla lastimada.
La estructura temporal de la vida cotidiana me enfrenta a una facticidad con la que debo contar, es decir, con la que debo tratar de sincronizar mis propios proyectos.
Descubro que el tiempo en la realidad cotidiana es continuo y limitado. Berger y Luckuann, , pp. Las acciones repetidas pierden su significado, al ser realizadas en forma rutinaria. Alba, , p. Este decrecimiento de la inteligencia puede ser prevenido si se le proporciona al anciano un ambiente estimulante… Ceballos, , p.
Vargas et al, , p. Aldana et al,, p. Los ancianos ahora deben enfrentar los viejos esquemas interpretativos sobre la vejez y el individuo, con los actuales procesos en cambio continuo, que buscan responder a un mundo moderno y globalizado.
Orozco et al, , p. Orozco et al,, p. En la Grecia Antigua los viejos eran los que formaban parte del senado, no eran muy influyentes, pero aconsejaban al rey. Existe una serie de traslapes entre las historias locales, nacionales y globales, producto de las experiencias de comunidades, pueblos, naciones o internacionales.
Montes de Oca, , p. Todos estos elementos influyen en dicha experiencia de esta. Ham, , p. La vida del anciano es normalmente «vegetal». A los viejos papeles sociales idos con la edad suceden otros nuevos.
Belando, , p. Roque y Fassio,,p. Belando,, p. Oddone,, p. Esta convocatoria a una actividad se relaciona con la productividad. Oddone,, pp. La sociedad, en perjuicio de la vejez, tiende a premiar el trabajo actual y no el trabajo pasado. Las autoras describen sociedades que reflejan un tipo de vejez en: las sociedades cazadoras, agricultoras, e industriales. En estas sociedades los viejos se constituyen en un grupo aislado, que recibe asistencia del resto en la medida en que no altera el bienestar de los otros.
Si son esas funciones beneficiosas lo que causa la desvinculacin y si sta es universalmente presente, sin variaciones, intrnseca e inscrita naturalmente, es imposible ponerla a prueba, porque no podemos pretender saber si existe o no desvinculacin cuando esas funciones no se dan ni tampoco si hay mayor o menor desvinculacin segn sea ms o menos necesario que se produzcan esas consecuencias p.
Hochschild tambin critica la falta de atencin a las variables culturales, sociales y personales que influyen en el proceso de envejecimiento, su desigual incidencia en el tiempo, y las grandes variaciones del envejecimiento en diferentes sociedades. Por otro lado, Adatto resume las crticas realizadas a la teora del desapego agrupndolas en tres reas: prctica, terica y emprica.
La crtica prctica consiste en que, creyendo en esta teora, uno se inclina a adoptar una poltica de segregacin o de indiferencia hacia los viejos, y a considerar que la vejez no tiene valor.
La crtica terica supone que la teora del desapego no es un sistema axiomtico en el sentido cientfico, sino, en el mejor de los casos, una prototeora. La crtica emprica, tal vez la ms seria, es que la evidencia en la que se apoya no es cierta Adatto, p.
Y Salvarezza hace un repaso por varios estudios en los que se comprueba que las personas mayores prefieren la actividad y los contactos sociales; as, l mismo defiende la teora del apego. En su opinin, una vejez feliz viene condicionada por el apego de los ancianos a sus objetos y actividades y, en cualquier caso, en los trabajos que no pueda seguir realizando, se buscarn sustitutos.
Segn Salvarezza, la teora del desapego produce un fenmeno que se podra llamar "el desapego hacia los viejos". Carstensen hace notar que no se trata de una teora formal, sino que es una perspectiva sobre el envejecimiento que se opone a la teora de la desvinculacin.
Se defiende, desde este punto de vista, que una buena vejez tendra que estar acompaada de nuevas actividades o trabajos hobbies, participacin en clubs o asociaciones, etc.
Estas actividades debern ser, de alguna forma, remuneradas, por la necesidad econmica que suelen tener los ancianos y porque en nuestra sociedad se valora, ante todo, el trabajo pagado; se seala, asimismo, que la actividad debe producir algn rendimiento y ser til a otras personas. Se ha observado en diferentes estudios Maddox, , que la moral alta en la vejez est relacionada con un nivel alto de actividad, lo cual apoya esta teora; pero no se niega que, con la edad, hay una me-.
Desde esta teora se recomienda la formacin de grupos con intereses o preocupaciones comunes, lo que puede contribuir a una actitud positiva con respecto al futuro.
Por otro lado, sita a las personas dependientes, con limitaciones fsicas o mentales, en una situacin desventajosa y de marginacin social.
Pero lo que realmente importa aqu no es tanto que las relaciones sociales disminuyan con la edad, o que las personas ms activas sean las ms felices, sino que, como defiende Carstensen , lo relevante es el significado de la interaccin para la persona de edad. Los mtodos utilizados en la teora del descompromiso slo valoran a los individuos en un momento concreto, por lo que no permiten explicar los cambios producidos a lo largo de la vida de cada uno. Esta misma autora propone una visin terica del cambio de conducta social en funcin de la edad, es decir, sostiene la idea de que existe un progresivo decremento de interacciones a medida que avanza la vida, y que esta disminucin se inicia en la niez prematura.
No obstante, y siguiendo sus mismas palabras, a medida que reducimos la frecuencia de interaccin, puede aumentar el valor reforzante de las relaciones que mantenemos. Es decir, podemos hacernos ms selectivos en cuanto a las personas con las que nos relacionamos, dedicando ms tiempo a las relaciones ms recompensadoras y menos tiempo a las relaciones aversivas o menos recompensadoras Carstensen, p. En cuanto a las emociones, parece ser que con la edad se aprende a conservarlas dirigirlas mejor, o sea, hay tambin una seleccin.
As, con los aos son menos las personas que pueden afectarnos; ello no quiere decir que la intensidad de la emocin sea menor en la vejez, sino que hay menos estmulos que producen emocin. Ver las matizaciones y modificaciones realizadas a estas teoras, y que han sido recogidas por Fernndez Lpiz pp. En la vejez lo caracterstico es una prdida de roles, por lo que la persona que se encuentra en esta etapa de la vida experimenta un decremento de normas y expectativas, convirtindose progresivamente en una persona intil.
Segn esto, en la teora de la actividad se entiende que la autoestima de la persona est condicionada por los roles actividades, en este caso que desempea. Esta teora guarda una estrecha relacin con el marco conceptual de la teora de los roles, ya que se defiende la idea de que a cada grupo de edad se le asignan determinados roles sociales; as, la estimacin de cada etapa y, consiguientemente, la autoestima de cada persona que se encuentra en lla, est condicionada por la valoracin que a nivel social se le asigne a los roles que desempea.
Pero, adems de la pertenencia a una fase de la vida, las diferencias entre los diferentes grupos de edades, y las interindividuales, se presentan, asimismo, marcadas por los acontecimientos experimentados guerras, catstrofes, modas, innovaciones sociales, etc. Desde esta perspectiva se defiende que la vejez es una prolongacin de las etapas anteriores de la vida; as, se mantienen los elementos principales de la personalidad del anciano -que adapta a las nuevas situaciones-, sus gustos y sus hbitos.
En este contexto terico podemos situar a autores como Yela b 5, Gala 6 o Ajuriaguerra, del cual es clebre la siguiente afirmacin: Se envejece tal y como se ha vivido. Segn esta teora, la mejor manera de saber como el sujeto va a reaccionar ante su jubilacin u otros acontecimientos es considerando su conducta a lo largo de su vida.
Yela b: p. Desde el nio, desde el joven, desde el adulto. La vejez tiene dentro todas esas edades". La desventaja de esta teora es, segn Bazo , que no se ha podido comprobar empricamente, ya que cada persona tendra su propio modelo.
Por ello, se defiende que en el nivel de actividad de una persona mayor hay tres factores que inciden fundamentalmente, y son: la salud, el dinero y los apoyos sociales Fernndez Lpiz, ; Mishara y Riedel, Esta teora es explicada indicando las caractersticas que son comunes a las personas mayores y las definen, y su aislamiento, lo que hace que formen un grupo social aparte. Como explica Rodrguez , el formar una subcultura facilita una autoestima positiva por parte de los ancianos, a la vez que les ayuda a mantener su identidad, ya que se comparan con otras personas que se encuentran en una situacin parecida a la suya la comparacin con otros grupos de edades podra resultar negativo para su autoestima.
Hay autores, como Koller , que, incluso, hablan de contraculturas de la ancianidad, y otros, en Estados Unidos, hablan del senior power Rodrguez Ibez, Aunque esta teora ha recibido crticas, tambin hay autores que la defienden aludiendo al creciente asociacionismo entre los ancianos.
Y como grupo minoritario, se les suele atribuir las caractersticas propias de otros grupos similares, tales como: la pobreza, la segregacin, la falta de movilidad, la baja autoestima, y la impotencia Fernndez Lpiz, ; Mishara y Riedel, Esta teora est relacionada con el problema del envejecimiento de la poblacin, con la poltica social, y la crisis del Estado de Bienestar.
Los jvenes y la poblacin activa podran oponerse a los ancianos, por los. La crtica que se hace a esta teora es que da demasiada importancia a las razones econmicas, y "presupone un distanciamiento y enfrentamiento entre jvenes y mayores" Elzo, pp.
Daz Casanova presenta una hiptesis, segn la cual la poblacin anciana est formada por subgrupos con diferentes significaciones en relacin con la teora conflictivista. As, se encuentra un grupo intermedio en el que se incluye a la mayor parte de esta poblacin referido a la situacin econmica y nivel de vida, stos son inferiores a los que tenan en el perodo laboral, pero no se encuentran en una situacin de pobreza. Por otro lado, se sita a las personas en situacin de pobreza, y los que no tienen ningn problema econmico.
Segn esto, y en relacin con la teora conflictiva7, el subgrupo intermedio presenta "las condiciones para que exista una protesta tendente a conseguir una mejora de su situacin" Daz Casanova, p. Pero los otros dos grupos "no estn en condiciones de generar ningn tipo de conflicto" Daz Casanova, p. Pero la situacin social de la vejez no est influida solamente por los elementos econmicos, tambin hay que considerar la idea de la participacin, ya que este grupo de poblacin sufre una serie de exclusiones, como la del proceso productivo, a la vez que su participacin en el reparto de los recursos sociales genera problemas.
Se apoya en la dialctica "yo-medio" y, a juicio de Garca Prada , se les podra denominar post-positivistas. Desarrollada por Marshall y Guillemard. El primero la refiere a las reivindicaciones entre generaciones, y el segundo afirma que hay una oposicin frente al Estado. Daz Casanova se centra, en su argumentacin, en la perspectiva de Marshall. Esta teora es, en opinin de Bazo , propia de los estudiosos de la desviacin social y la enfermedad mental, y de los criminlogos, y cita como representante de ella a V.
Bengston Desde aqu se afirma que al etiquetar a una persona, por ejemplo, como senil o dependiente, conllevar que socialmente sea percibida y tratada as, modificando sus roles, su estatus y su identidad.
O sea, la forma en que se percibe a una persona, acaba siendo el modo en que esa persona se percibe a s misma, y su conducta se orientar en base a ello. Bazo cree que esta teora, -a pesar de ser relevante-, no tiene muchas probabilidades debido al origen general de sus expresiones. Hurssel, al que siguieron A. Schutz, M. Scheller, N. Hartman, E. Stein y M.
Esta perspectiva se basa en la necesidad de comprender el mundo perceptivo de la persona, -desarrollado a lo largo de su vida-, para poder comprender su conducta. Esta teora, segn Bazo , es una de las ms completas y comprensivas, pero est poco desarrollada e investigada. Probablemente ello es debido a que su alto nivel de abstraccin plantea grandes problemas para su desarrollo emprico; a pesar de ello, dicha autora la califica como prometedora.
Mead, Ch. Cooley y W. Thomas, y en llas se le asigna una gran importancia al lenguaje, ya que defienden que las personas, a travs de la comunicacin por medio de smbolos, es como aprenden la forma de actuar de los que viven en su mismo entorno, as como sus valores y significados, por lo que mediante esta comunicacin extendida desde el nacimiento, es como se aprende la mayor parte del comportamiento adulto.
Bazo resume esta perspectiva explicando que, las personas mayores, al igual que las personas de otras edades, presentan diferentes conductas dependiendo de "las diferentes definiciones de la situacin realizadas, las diferentes interpretaciones y respuestas al yo-espejo y las diversas presentaciones de s mismo que consideren convenientes en las circunstancias que se presenten" Bazo, p.
De ah que, en la actualidad, haya una necesidad de una imagen o modelo de persona mayor que ofrezca la cara real de la vejez y no slo las limitaciones o problemas, pero ello se ve dificultado ante la tendencia, a aparecer como jvenes, de los viejos que permanecen activos, y que es exigida por la cultura y sociedad en que vivimos; esto ha impulsado el desarrollo de tcnicas de rejuvenecimiento de la piel, la utilizacin masiva de los tintes para ocultar las canas, etc. Con ello no se provoca la modificacin de la imagen negativa que la vejez tiene hoy, y se caracteriza sta con los problemas y enfermedades que tienen algunos viejos.
Y cuanto ms se exija de la sociedad una compasin, o lstima, y sensibilizacin hacia estas situaciones de algunos viejos, ms se esforzarn los otros en evitarlos y hacer todo lo posible para que no los identifiquen con ellos. Se ha creado as un grupo segregado con el que nadie quiere estar ni parecerse; adems, cuanta ms edad se va cumpliendo, ms se exageran estos problemas y ms inters se pone por mantenerse alejado de "ese grupo". Como esta situacin se ha desarrollado, amplia y profundamente, en nuestra sociedad, diversos autores han analizado los diferentes prejuicios, mitos o estereotipos que se encuentran habitualmente, tanto en 8 los mensajes lanzados por los medios de comunicacin , como, y lo que es an peor, dentro de cada uno de nosotros, ms o menos conscientemente.
Al hablar sobre el tema de los mitos de la vejez, es inevitable la referencia al ya clsico libro de Robert N. Butler -psiquiatra y educadorWhy survive?. Growing old in America citado en Kuhn, , que obtuvo el premio Pulitzer en En este texto Butler identific los mitos ms comunes y extendidos, y que posteriormente, como vamos a ver, han sido enfatizados por otros autores.
As, este autor alude a la identificacin de la vejez con la enfermedad, el decremento de los procesos cognitivos, la asignacin de etapa asexuada, el apartamiento de las actividades sociales, el aumento de la dependencia, y la creencia de que todos los viejos son iguales. Vase, a este respecto, el interesante estudio publicado por el IMSERSO , Percepciones sociales sobre las personas mayores, en el que se incluye un apartado referente a la imagen que las personas mayores tienen en los medios de comunicacin.
Anteriormente, Kalish tambin haba hecho referencia a los estereotipos de la vejez. En concreto, este autor mencionaba algunas de las caractersticas que son atribuidas a los mayores: son ms conservadores, fcilmente irritables, y hostiles para las generaciones ms jvenes. En Espaa, Moragas Moragas enumera varios mitos ofreciendo como contraposicin el hecho real. En lo referente a la definicin de ancianidad, el mito considera que sta comienza a los sesenta y cinco aos, sin embargo, la ancianidad no comienza a una edad cronolgica uniforme, no se puede generalizar para todos el inicio en esta etapa de la vida; la edad es, pues, variable e individualizada.
Esta situacin sigue siendo dependiente de la legislacin sobre jubilacin, no obstante, sta ya est siendo planteada por diversas instituciones, y se sugiere la necesidad de que sea flexible y progresiva. Como ejemplo, Moragas Moragas seala que el Tribunal Supremo de los EEUU, en , declar inconstitucional la obligatoriedad de la jubilacin por causa de la edad.
Otro mito, que dicho autor presenta, es que los ancianos se hallan muy limitados en sus aptitudes; ante ello resalta el hecho de que poseen muchas posibilidades, ya que, biolgicamente, el envejecimiento no tiene que ser limitante; adems las capacidades fsicas que requeran los trabajos en la industria del siglo XIX y principios del XX ya no son necesarias actualmente, pues los avances tecnolgicos han derivado el trabajo hacia otras necesidades para las que se requieren otro tipo de facultades.
En cuanto a las aptitudes psquicas y sociales, en estudios recientes se ha comprobado que stas no dependen de la edad, sino de otros factores como el medio sociocultural, el tipo de vida, etc. Y por ltimo, Moragas Moragas hace mencin al mito de la ancianidad como una etapa totalmente negativa; segn este gerontlogo la ancianidad es una etapa vital peculiar, en la que se valora especialmente la experiencia, y, dentro de sta, el conocimiento que los mayores tienen de los problemas psquicos y sociales.
Moragas Moragas apunta como una posible razn, -quiz inconsciente-, de la visin negativa de la ancianidad, su identificacin con la muerte. Por su parte, Daz Aledo expone una relacin de algunos de los tpicos ms frecuentes y que hacen referencia a la mala salud de los ancianos y a que todos ellos son iguales; adems se los considera como personas improductivas, de escaso rendimiento intelectual, y poco atractivas ni ellas se sienten atractivas, ni lo son.
Ante ello, al igual que haca Moragas, ofrece una serie de datos y hechos que demuestran lo equivocado de estos juicios. Uno de ellos procede de los estudios realizados por el National Institute of Aging de los Estados Unidos sobre el cerebro de las personas mayores, y en los que se demuestra que ste es. Dichos estudios tambin han demostrado que no existe un trastorno mental especfico que pueda ser calificado como senilidad.
Por otro lado, y en cuanto a la salud de los ancianos, sta puede ser buena a travs de una adecuada nutricin y la realizacin de ejercicio a lo largo de la vida.
Tampoco la memoria tiene por qu perderse con la edad, y, por otro lado, puede prevenirse esta posibilidad, e, incluso, puede mejorarse la memoria con la utilizacin de tcnicas como aprender reglas mnemotcnicas, estudiar cosas nuevas, etc. Por ltimo, Salvarezza , alude a uno de los tpicos ms extendidos sobre la vejez, que es su identificacin con la enfermedad, a lo que se aade la creencia de que todos los viejos son discapacitados.
En el mbito sociocultural. Nuestra sociedad se caracteriza por la gran cantidad de cambios que en todos los campos suceden diariamente. El viejo es incapaz de adaptarse a las innovaciones, constituyendo un obstculo al cambio. En el plano econmico. Las personas de edad avanzada son improductivas y consumen poco; adems, cuestan caro a la sociedad, sobre todo, cuando necesitan de asistencia sanitaria un largo perodo de tiempo.
Plantea conflictos e incomprensiones la coexistencia intergeneracional, sobre todo, actualmente, ya que se puede encontrar fcilmente cuatro generaciones. Estas limitaciones y problemas que configuran una parte importante de la imagen negativa de las personas mayores en nuestra sociedad, son la justificacin que sta suele adoptar para el aislamiento de las personas de este grupo de edad.
El afrontamiento y solucin de estos problemas pasa por el conocimiento de la realidad de la vejez, lo que llevara a una mayor comprensin de esta etapa de la vida, un mayor respeto, y, especialmente, a desterrar los estereotipos negativos asociados a la ancianidad. Este trmino fue acuado por Robert N. Su equivalencia en castellano es "viejismo" y con l se define "el conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican a los viejos simplemente en funcin de su edad" Salvarezza, p.
Segn Moragas Moragas este trmino podra considerarse como sinnimo de viejismo, ya que, segn este autor, este vocablo "supone un prejuicio activo, no basado en hechos, sino en el desconocimiento y la deformacin de las posibilidades potenciales de los ancianos en la sociedad contempornea" Moragas Moragas, p.
Este trmino es utilizado con frecuencia, y con l se alude "a una ms rara conducta de temor u odio irracional hacia los viejos, de manera que es menos abarcativa y debe ser incluida dentro del viejismo y no utilizarla como sinnimo" Moragas Moragas, p.
Igualmente, Vega Fernndez-Crespo habla de la gerontofobia, como la postura social de rechazo y apartamiento ante la vejez y los ancianos, y agrega que esta postura se da en la sociedad industrial y colectivistas en Occidente. Este trmino tambin se ha empleado habitualmente en los prejuicios contra la vejez Salvarezza, Esto puede interpretarse como un rechazo al propio envejecimiento. Los estereotipos negativos difundidos en nuestra cultura han sido interiorizados por la mayora de las personas y por este motivo se intenta alejar a los ancianos, y nadie quiere ni siquiera pensar en su propia vejez, lo que conduce a separarse o apartarse de todo lo que pueda recordar su futura ancianidad.
Pero, en realidad, de lo que nos apartamos es de imgenes parciales que slo inciden. La insistencia en la presentacin de las imgenes sociales negativas de la vejez dificulta la visin de las imgenes positivas, que son menos habituales pero que representan ms acertadamente a las personas mayores del siglo XXI. El papel de los medios de comunicacin es aqu fundamental, pues stos, adems de reflejar la realidad, tambin son creadores de opinin por lo que pueden contribuir notablemente al cambio de la imagen social de la vejez as como a la modificacin de la actitud de la poblacin hacia las personas mayores.
En este sentido, la iniciativa del Consejo de Personas Mayores del Principado de Asturias , en la que se desarrolla una serie de recomendaciones dirigidas a los medios de comunicacin, resulta de gran inters. En concreto, hemos de acentuar la ltima de ellas: Estimular a los y las profesionales de la informacin a complementar su formacin interesndose y especializndose en el mbito de la gerontologa.
Hemos de aadir que esta formacin en gerontologa debera ser extendida a todos los profesionales cuyo trabajo incide directa o indirectamente en los mayores, esto es, no slo los mdicos, enfermeros, psiclogos o trabajadores sociales, sino tambin arquitectos o economistas, entre otros. Pero volviendo a la influencia de los medios en la imagen social de la vejez, hay que tener en cuenta que ste es un tema que trasciende nuestras fronteras, constituyendo un ncleo de inters para los organismos internacionales que se ocupan de la cuestin de la vejez y del envejecimiento.
Claro ejemplo de ello es que varias de las medidas incluidas en el Plan de Accin Internacional sobre el Envejecimiento para la mejora de las imgenes del envejecimiento, se refieren al papel de los medios de comunicacin.
Entre ellas, podemos destacar una en la que se apuesta por los aspectos positivos de los mayores, alentando a los medios a promover imgenes en que se destaquen la sabidura, los puntos fuertes, las aportaciones, el valor y la inventiva de las mujeres y los hombres de edad, incluidas las personas de edad con discapacidades.
Adems tambin se alude al papel de los educadores a los que se anima a que reconozcan e incorporen en sus cursos las aportaciones hechas por las personas de todas las edades, incluidas las personas de edad.
El cometido de los educadores en esta cuestin es relevante ya que, como afirma Salvarezza , , los prejuicios contra la vejez son adquiridos durante la infancia, y luego se van asentando y racionalizan9 do, por lo que se encuentran en todas las edades. De aqu la pertinen9. A este respecto, la Consejera de Sanidad y Bienestar Social de la Junta de Castilla y Len, con motivo de la celebracin del Ao Europeo de las Personas Mayores y de la solidaridad entre las generaciones, public en una "Gua didctica para la promocin de la solidaridad entre las generaciones" dirigida al profesorado de Educacin Primaria.
Con esta Gua se pretenda orientar a los profesores a la hora de disear programas de actividades que fomenten la interiorizacin, por parte de los nios, de actitudes positivas hacia las personas mayores. A partir de dicho ao, y a pesar de lo que se habra esperado, no se ha producido un desarrollo significativo de investigaciones y programas sobre la necesidad de aprender a envejecer en el mbito escolar y valorar a las personas mayores; de hecho, slo encontramos algunas excepciones, como, por ejemplo, Martorell Kuhn , entre otros, tambin subraya la educacin de masas, as como las modificaciones de las actitudes personales y de las estructuras sociales, para eliminar la discriminacin senil.
Por ltimo, sugerimos como alternativa al problema presente que, para hacer frente a los estereotipos negativos desarrollados sobre la vejez, habra que promover una mayor divulgacin de los resultados de las investigaciones que demuestran que la realidad de este perodo de la vida es diferente a los mitos que se han extendido; en la vejez hay mltiples aspectos positivos que es necesario dar a conocer con mayor nfasis y amplitud.
Pero, para ello, quiz el primer paso sea fomentar el inters por el conocimiento de la vejez, en concreto, de las caractersticas psicofsicas y sociales de las personas mayores, a travs de programas educativos dirigidos a todos los grupos de poblacin, ya que todo acercamiento real a este grupo de edad redundar en una mayor comprensin y aprecio de los mayores, y propiciar el logro de una sociedad para todas las edades.
Estos orgenes quedan luego sumergidos en el inconsciente, y a los individuos prejuiciosos les resulta difcil, cuando no imposible, reconocer el tremendo impacto que estas identificaciones tienen sobre su pensamiento o conducta, que resultan en una mala interpretacin de los hechos, reacciones inapropiadas, desinters o rechazo segn el caso" Salvarezza, p.
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